Aspectos a tener en cuenta antes de empezar terapia psicológica

La terapia psicológica cada vez está más solicitada y son muchas las personas las que deciden comenzar su proceso. En los últimos años se ha empezado a reducir el estigma y la gente habla de ello como algo muy bueno, positivo, incluso a veces divertido. Pero hay que tener cuidado con romantizar la terapia, ya que iniciar un proceso de este tipo debe ser una decisión meditada y comprometida y, en muchas ocasiones el camino no es precisamente de rosas.

Os compartimos los aspectos que creemos que son más importantes a valorar antes de empezar la terapia:

1. Cada caso es diferente pero, en general, la terapia psicológica suele ser un proceso de media/larga duración.

Es una inversión de tiempo y dinero que necesita compromiso por parte del paciente. Este compromiso puede verse afectado por muchos factores y, en este caso, es importante saber que la terapia podría no llegar a ser efectiva o podría quedarse a medias si no se tiene esa implicación a largo plazo.

Además, algo que juega en contra de este compromiso es que ningún/a psicólogo/a puede asegurar el número de sesiones que se utilizarán antes de empezar, ya que esto dependerá de muchas cosas que influyen en tu evolución imposibles de predecir. Esto hace que el compromiso sea un poco «a ciegas» ya que nunca se puede saber con exactitud cuanto tiempo se alargará cada proceso.

2. Requiere esfuerzo y dedicación tanto dentro como fuera de la sesión.

Lo que la persona hace en su vida entre una sesión y otra es importantísimo para el éxito de la terapia. Es necesario no poner toda la responsabilidad de la mejoría en lo que ocurre durante la sesión, ya que la sesión solo ocupa 1h de 168h que tiene una semana (en caso de hacer terapia semanal). Es por eso que en el día a día sea imprescindible implicarse activamente en el trabajo terapéutico para poder ver cambios.

Esta implicación consistirá en pensar sobre lo que se ha hablado en sesión, poner en práctica lo acordado con el terapeuta o hacer esfuerzos en no volver a repetir patrones que han sido detectados en terapia. Todo eso se puede asemejar a un proceso de entrenamiento, cuanto más se entrena más se notarán los avances, pero si de una sesión a otra no se hace nada al respecto apenas podremos notar la evolución.

3. Puede provocar malestar o desestabilizar a la persona durante un tiempo hasta que se empieza a mejorar.

Una vez se empieza a hacer terapia psicológica y a conocer el «funcionamiento» real de la persona puede darse un pico de malestar mayor al que se tenía antes de empezar, pero esto es totalmente normal.

Esto se debe a que uno empieza a ser consciente de cosas que antes se desconocían o pasaban desapercibidas. Cuando esto sale a la luz a veces es difícil sostenerlo hasta que elaboramos unas estrategias más funcionales.

*Sucede igual que cuando se cura una herida, escuece más durante un tiempo para luego empezar a cicatrizar.

4. Puede que la persona descubra que el motivo por el que ha empezado la terapia psicológica no es realmente el problema.

Esto a veces es difícil de entender o encajar, ya que lo que se acaba descubriendo en terapia puede no ser lo que se esperaba o se tenía planificado.

En muchas ocasiones, lo que lleva a una persona a terapia solo es la punta del iceberg o la consecuencia del verdadero problema, y cuando se empieza a darle sentido a todo las cosas dejan de verse de la misma forma y se puede contactar realmente con lo que estaba dando guerra.

*Una cosa es lo que la persona cree que le pasa o lo que se cuentas a si mismo/a sobre lo que le pasa y otra es lo que realmente hay detrás de eso. Todo esto se vas descubriendo acompañado del psicólogo/a.

5. Aunque la mayoría de psicólogos tenemos las mismas bases e intentamos adaptarnos, existen muchas formas diferentes de hacer terapia psicológica y a cada persona o problema le puede venir mejor un abordaje u otro.

Puede ocurrir que la persona note que la terapia no va en la dirección que necesita o se interviene con técnicas o intervenciones con las que no se siente del todo cómodo/a. En esos casos es importante saber que se puede tomar la decisión de hacer un cambio de psicólogo/a y probar otro abordaje ya que no todo el mundo funciona de la misma forma y, por lo tanto, no responde de la misma forma a las mismas soluciones.

Si te estás planteando empezar un proceso de terapia psicológica y lo que te contamos tiene sentido para ti, puedes contactarnos aquí para reservar tu sesión y empezar este camino.

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*El contenido de este blog es informativo y explicativo. En ningún caso sustituye al proceso de terapia psicológica. Si crees que necesitas ayuda, por favor, ponte en contacto con un profesional de la salud mental.

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