Un tema que se habla poco pero que sucede bastante: los abandonos en terapia. Como profesionales, vemos a muchas personas y por ello comenzamos muchos procesos psicológicos. Es posible que algunos de esos procesos se abandonen o cancelen. Por el motivo que sea. ¿Qué hacer en esos casos? ¿Soy mal psicólogo/a por ello?
Los abandonos en terapia no te definen como profesional
Por probabilidad, todos los psicólogos vivimos abandonos en terapia. Es decir, personas que deciden no continuar con el proceso. Esta decisión por parte de nuestros pacientes nos pueden generar dudas acerca de nuestra labor como profesionales.
Recuerda que no eres mal psicólogo/a porque haya pacientes que abandonen su terapia. En muchas ocasiones esos abandonos no dependen de nosotros/as, puede que sean factores de la propia persona. Otras veces sí que será por algo que hemos dicho o hecho. Pero como personas que somos también estamos aprendiendo constantemente y los errores son una forma de aprender por supuesto.
En nuestro caso, no sabemos lo mismo ahora que hace 5 años por ejemplo. Hemos aprendido y seguiremos aprendiendo. Tener cierto sentido de autocrítica nos hace mejorar. Somos psicólogos/as pero no perfectos/as, nos podemos tropezar y volvernos a levantar. Estamos en constante movimiento. Y nuestra forma de trabajo puede no encajar con todo el mundo.
Por lo que ante un abandono quizás nos podemos plantear:
- ¿Qué ha ocurrido? ¿Tiene más que ver con cosas del propio paciente o de mí como terapeuta/de la propia terapia?
- ¿Tengo que mejorar en algún área?
- ¿Qué parte de responsabilidad tengo en este abandono (si la hay)?
- ¿He cometido algún error?
- En ese caso, ¿cómo puedo aprender de mis errores?
- ¿Me tengo que actualizar en algún tema?
La respuesta a estas preguntas no tiene que estar siempre en nosotros. Puede que el paciente no estuviera preparado, que pensara que la terapia era otra cosa (muchas personas tienen muchas creencias distorsionadas sobre el proceso), o que buscara estar bien y al conseguir cierto bienestar decida no seguir avazando, etc. Eso sí, nunca está mal mirar hacia nosotros y reflexionar por si hay algún margen de mejora o por si nos hemos equivocado.
Tener un error no te hace mal psicólogo. De hecho, lo que te hace mejorar como profesional precisamente es reflexionar sobre tu error, evaluar en qué puedes mejorar y aprender del mismo