¿Mi pareja y yo hemos dejado de ser compatibles?

Mi pareja y yo hemos dejado de ser compatibles, es una frase muy escuchada en terapia. Es importante tener en cuenta que en una relación de pareja existen muchas diferencias a la hora de vincularnos. Ya que cada uno tiene su historia, su carácter, sus intereses, valores y su familia de origen con su particular funcionamiento.

En un inicio, lo que nos atrae de una persona son tanto las similitudes que tiene con nosotros como las diferencias. Lo que nos diferencia hace que el otro nos complemente o nos ayude a adquirir habilidades o características que queremos tener en nuestra vida. Por ejemplo: Si yo soy una persona perezosa tener una pareja activa me puede ayudar a conseguir aquello que me es difícil por mí misma. O si odio cocinar y a mi pareja le encanta es una forma de complementarnos.

Mi pareja y yo hemos dejado de ser compatibles, ¿las diferencias nos alejan?

Pues que somos animales de costumbres y no nos gustan los cambios. Al principio de la relación convivir con esas diferencias y hacer pequeños cambios para adaptarse al otro puede resultar atractivo, novedoso y gratificante (de ahí que mostremos lo mejor de nosotros y todo sea maravilloso). Pero vamos a romper la magia un poco: lo que hacemos en esa fase de enamoramiento es esforzarnos para encajar con el otro. Lo que llamamos un reforzamiento positivo en toda regla.

Nos arreglamos más, somos más detallista y atentos con las cosas, cocinamos, limpiamos, somos más ordenados, pasamos por alto defectillos del otro o discusiones sobre pequeños detalles de la convivencia… ¿Por qué? Debido a que conseguimos tener nuestra historia de amor. Esto es, nos sentimos queridos y valorados y pensamos que vamos a tener la vida de nuestros sueños con esa persona (o a saber qué). Aquí es donde suele acabarse la película.

Cuando hacemos las cosas para evitar el enfado de la pareja se agrava el problema

Cuando esa adaptación y ese esfuerzo se alarga en el tiempo y requiere que sigamos manteniendo el cambio de nuestras costumbres individuales día tras día y año tras año… ahí es cuando empiezan los problemas. Acabamos haciendo las cosas para que el otro no se enfade. O porque se supone que es lo que hay que hacer en pareja, o mucho peor, para evitar que nos dejen y quedarnos solos.

Aquí es donde pasamos de hacer las cosas por reforzamiento positivo (conseguir algo agradable) a hacer las cosas por puro REFORZAMIENTO NEGATIVO (evitar algo que no queremos que ocurra o eliminar de nuestra vida algo desagradable para nosotros).

Además, se podría acabar condicionando a la pareja de forma aversiva, es decir, si para relacionarnos con nuestra pareja tenemos que esforzarnos, hacer cosas que no nos apetecen, o aguantar detalles, hábitos y/o defectos del otro que no nos gustan… Lo normal es que acabemos viéndola como alguien a quien no queremos tener cerca.  Más que nada porque nos genera incomodidad y cuidar la relación de pareja parece más un castigo que una bendición.

Pero también hay 3 comportamientos claves que convierten esas diferencias en incompatibilidad, aparentemente, imposibles de salvar:

COERCIÓN:

Comportarse de tal forma que se consiga que el otro se sienta mal y que así haga lo que se quiere o se espera de él/ella. Ejemplo: te pongo mala cara, resoplo y te digo lo mal que me sienta y el daño que me haces cuando publicas no se qué cosa en IG. O le das “me gusta” a fulanita.

Este tipo de comportamiento se instaura en la pareja porque es reforzado: para el que ejerce la coerción porque consigue lo que quiere (R+). Y para el que la recibe porque al acceder elimina el malestar que le provoca su pareja (R-).

VILIPENDIO:

Consiste en responsabilizar al otro de los problemas que tiene la pareja atribuyendo su comportamiento a:

– A una forma inadecuada de actuar: “te comportas de forma egoísta, reaccionas de forma exagerada…”

– El otro tiene un “problema o desajuste psicológico”: “eres inmaduro/a, histérico/a, estás traumatizado/a…”

– La pareja es alguien inadecuado o incompetente socialmente: “no sabes tratar bien a los demás, no tienes capacidad para empatizar…”

Este comportamiento se realiza porque es más fácil responsabilizar a nuestra pareja que hacernos cargo de lo que depende de nosotros. Y más cuando llevamos meses o años bajo reforzamiento negativo y no queremos seguir esforzándonos. Pero aquí, una vez más, reforzamos negativamente nuestra conducta ya que nos quitamos de encima la parte de responsabilidad que nos pertenece y se la damos al otro.

POLARIZACIÓN:

Ambos miembros de la pareja empiezan a verse cada vez más extremos de lo que en realidad son y se posicionan más fuertemente en su propio punto de vista como la única forma de reaccionar al comportamiento del otro.

Aquí es donde esos aspectos que antes eran pequeñas diferencias se han convertido en incompatibilidades, es aspectos totalmente opuestos que son imposibles hacerlos convivir. Es aquí donde se suele notar el «mi pareja y yo hemos dejado de ser compatibles» que tanto se escucha en terapia.

Lo que está pasando es que la incomodidad y el malestar que nos supone ver las cosas desde esta perspectiva hace que la única solución posible y exitosa sea la ruptura en la relación como forma de librarnos del sufrimiento y comenzar una nueva vida.

Si te sientes identificado/a con lo que acabamos de explicar no te asustes, tu relación no tiene por qué estar condenada al fracaso o la incompatibilidad. Todos estos comportamientos pueden detectarse a tiempo para poner solución y conseguir que las diferencias entre tu pareja y tu sigan siendo eso, diferencias.

Síguenos en rrss o contáctanos

Últimas entradas

¿Necesitas información?

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y términos del servicio de Google.

*El contenido de este blog es informativo y explicativo. En ningún caso sustituye al proceso de terapia psicológica. Si crees que necesitas ayuda, por favor, ponte en contacto con un profesional de la salud mental.

Esta web utiliza cookies para mejorar nuestros servicios, analizar y personalizar tu navegación. Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra Política de Cookies.

× ¿Cómo puedo ayudarte?